La vida del castor

Hábitat del castor

El castor es un mamífero semiacuático con la facultad de construir complejas cabañas y presas. Existen dos especies muy parecidas, una americana y otra europea. Son unos roedores de unos 15 kilos de peso y miden 75 cm. de largo. Tiene una larga pala que le vale como timón al nadar, como apoyo en la tierra y también la utiliza en el agua para hacer señales de aviso.

 

Este animal tiene un cráneo muy robusto con una potente mandíbula dotada de unos incisivos muy desarrollados. Puede talar árboles de gran diámetro pero lo usual es que sean de entre 10 y 20 cm. Sus patas posteriores son palmadas, sirven a la propulsión en el agua, mientras que las patas anteriores, muy flexibles, son prácticamente como manos.

 

Los castores construyen en los ríos unas presas hechas de troncos, ramas, piedras y barro. Así forman una laguna donde fabrican su cabaña. Ésta tiene el aspecto de un montículo de ramajes en el medio del remanso. Todos los miembros de una colonia trabajan juntos para construir y restaurar su diques y cabaña, por lo que año tras año su dique y cabaña pueden ser cada vez más grandes.

 

La cabaña dispone de un área de alimentación y otra de reposo, dos entradas subacuáticas y otra para la entrada de aire. Un de las entradas sirve como salida de socorro en caso que un depredador penetre en su casa.

 

En invierno almacenan un montón de ramas frescas en el estanque. Son unas reservas de alimentos y además permite, al salir algunas ramas fuera del agua, que en esa zona no cuaje el hielo. Así siempre tendrán comida cerca y una salida.

Sección de la vivienda del castor. "Service canadien de la faune".